martes, 2 de septiembre de 2008

Inquietante

Seis de la tarde, salón de casa de los suegros, de casualidad en la televisión t5 y su "Está pasando". Hoy están de suerte, tratan la desaparición de un percebeiro, cómo está desarrollándose su búsqueda, y digo que están de suerte porque mientras grababan resulta que unos amigos del desaparecido y dos personas de protección civil han encontrado el cadaver, y todo ha sucedido delante de la novia. Inquietante, las imágenes han sido tomadas desde lo alto del acantilado, no se ha desperdiciado un instante: el momento en que han dicho que lo han encontrado, cuando han informado a la guardia civil, cuando la novia lo ha oído y cómo quería bajar a verlo, cómo lo han impedido, cómo han sacado la camilla ... y cuando parecía que la dignidad humana no podía ser más denigrada, cuando parecía que se habían dado cuenta de lo que hacían y por eso las imágenes no eran del suceso en directo, resulta que son capaces de superarse a sí mismos para nuestra indignación y salen otras imágenes, pero esta vez desde el mismo sitio donde estaba el cadaver, habían bajado al lugar exacto, en ese momento salía el cuerpo en la camilla tapado, lástima, que poco detalle los de protección civil, encima que el cámara, el reportero bajan a primera línea de fuego ... Al reportero le temblaba la voz, incluso para él que lucha por mantener su trabajo debía ser avergonzante.

1 comentario:

Uri dijo...

Es en una empresa privada de televisión cuando la perversión de sus programas es mayúscula. El hecho que una televisión solo consiga dinero de la publicidad que pueda interferir en programas de dicha calaña hace que dicha publicidad sea altamente rentabe. Si, además, el sueldo del periodista, operador de cámara y productor que están en ese momento ahí sea muy inferior al que debería entran unos escalofríos repugnantes. Con este comentario se lanzan dos dardos envenenados.

El primero es si la televisión pública no utiliza este tipo de programas. Sí que lo hace, pero con la diferencia que son sutilmente más inocentes y que no tienen necesidad de hacerlo. Que el Estado respalde los presupuestos de la televisión es una garantía enorme. Pero es el 'share' el que manda y la aparición en televisión. Si no me ven, no vendo.

El segundo dardo va dirigido a todos aquellos recién licenciados en ciencias de la comunicación (en breve seré uno de ellos) que se 'venden' literalmente a un precio inferior al que se debe. Es una realidad que contrasta enormemente con los datos publicados en "El llibre blanc de la professió periodística a Catalunya" que publica literalmente en su página 24 "más de la mitad de los/las periodistas encuestados (58,8%)tienen unos ingresos de más de 21.000 euros al año, es decir, 1.750 euros brutos al mes". Lo que no dice (almenos no lo relaciona) que este tanto por ciento está en la franja de edad de entre 34 a 54 años. Con lo que, la precariedad laboral se extiende desde la recién licenciatura (unos 22 años habitualmente) hasta los 34. Doce años cobrando alrededor de 850 euros mensuales siempre que se consiga un trabajo más o menos estable (que no significa que sea digno). Esto requiere una mayor capacitación del trabajador para poder optar a un puesto de trabajo. La explicación es: cada año se licencian unos 300 universitarios en periodismo. Todos tienen las mismas opciones de conseguir trabajo, a no ser que se especialicen. Un coste aún mayor para unos estudiantes a quienes nos ofrecen unas prácticas muchas de veces sin cobrar durante 3 ó 5 meses.
En resumen, todo esto y mucho más, nos inquieta. Pero poder trabajar en un programa como "Está pasando" parece una utopía para muchos de estos alumnos que se licencian. Necesitamos de mayor profesionalización en el sector; no olvidar el código deontológico, con todo lo que ello conlleve: profesionalidad, orgullo y dignidad.