martes, 13 de enero de 2009

Un baile por la ciudad

Relájate, sube el volumen y dale al play. Espero que te guste la canción. Y mientras la escuchas vamos a imaginar qué pasaría si fueras por la ciudad, con tus cascos, y fueras paseando. Y de pronto, la canción entrara tanto en ti que te dieran ganas de cantar.... Y lo hicieras. Con voz alta y enérgica. Sin importante el mundo, caminas y cantas , y las dos cocineras envueltas en su bata blanca y su extraño gorro, que están fumando un cigarro apoyadas en un quicio mientras descansan te miran sin articular palabra mientras tú les cantas ( porqué no decirlo, con más pena que gloria ) lo que ahora estás escuchando. Y les sonries, y te atreves a acompañar la canción con algún pase de baile como si de un musical se tratara. Y las dejas atrás mientras metes las manos en los bolsillos y sigues cantando. Ahora se cruza en tu camino un señor vestido de negro, con cara seria y preocupada, y le cantas, y te acercas a él.Y haciendo honor a la canción le estampas un beso. Te das media vuelta y no osas a girarte de nuevo, aunque sabes que la gente te gira, habla, dice ... sigues de nuevo con las manos en los bolsillos cantando, dejando que el sol caliente tu rostro y tu voz llame la atención de los demás. A lo lejos, ves como un grupo de chicas jóvenes, probablemente administrativas, te miran, hablan, y buscan, miran a su alrededor buscando probablemente la cámara ... esto no puede estar pasando, pero tu sigues cantando, cantándoles ... Y te desahogas, y con media vuelta giras de nuevo para subir la calle. E intuyes que la canción está acabando, y mientras la gente te mira, se mira y busca, tú vas bajando el tono de voz, dando por finalizada tu terapia a la vez que bajas tu ritmo para pararte en el semáforo que está en rojo. Y con toda dignidad, metes de nuevo las manos en los bolsillos y esta vez, guardas silencio.

La gente te mira, sorprendida esta vez de tu tranquilidad tras digno alboroto. Cruzas la calle y caminas, sabes de nuevo lo que queda atrás. Sabes que lo que queda de día hablarán de ti, de una tipa que en medio de la calle se ha puesto a cantar, durará unos 5 minutos, poco más, quizás alguien lo comente en la cena " pues yo hoy he visto... " Quizás alguien te habrá reconocido, pero tú no tendrás más que negarlo para seguir viviendo en el anonimato tras tu actuación anónima "¿yo? pero qué dices". En este mundo de locos, ya ni estas locuras causa tanta impresión como para recordarlas más allá de lo que se tarda en ver otra locura. Da pie para hacerlo, quizás lo haya hecho.

Admitirlo, es tentador, ¿ quién no ha deseado ponerse a cantar y a bailar en medio de la calle?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La verdad es que sí mónica, es tentador cuando vas por la calle escuchando música y imaginando que es lo que harías si no hubiera nadie a tu alrededor,pero en este caso liberarse es cuestión de nuestra imaginación, aún así sería un buen ejercicio para quitar la verguenza.

Saludos
Laura Castillejos

enricbotella dijo...

hubo un tiempo en que siempre llevaba una púa en el bolsillo.
Al llegar ESA canción, me servía de la púa y de mi ombligo para darle a la guitarra!
O cuando andas pisando fuerte siguiendo el ritmo de la múscia...
Es así como se siente la música de verdad!

Anónimo dijo...

anda que no lo habré hecho yo eso por la calle!
soy así de freak jejeje


Ester gómez

eva fontanilles 1B 7 mónica ruedas dijo...

Siempre he tenido la curiosidad por saber que pasaría si me pusiese a cantar sola por la calle... no creo que me atreva xD Aunque cuando voy con mis amigas, me da igaul todo, y cantamos, chillamos y bailamos; y si la gente se gira, nos da igual ... no creo que se vayan a acordar de nosotras durante mucho tiempo, y si alguien te reconoce, yo creo que lo mejor , es admitirlo y hacer ver que es la cosa más normal del mundo, hacerles creer que no tienen motivos para asombrarse.


Eva Fontanilles