viernes, 24 de octubre de 2008

El plan Bolonia


La actitud que tienen los gobiernos frente a la educación me recuerdan a un matrimonio separado lleno de rencor y odio que no tiene ningún pudor en sacrificar a los niños para perjudicar al otro. "Que tú le compras la play, pues yo la moto, qué más da que haya suspendido 7". "Que tú no le dejas salir por la tarde, pues yo le dejo que pase el fin de semana con unos amigos en su casa, qué más da que la otra noche se emborrachara". Llega un momento que dejan de ver al niño como finalidad para verlo como un medio con el que herir al otro. Y olvidan que al final el único perjudicado será la criatura en cuestión y ellos se seguirán odiando sin haberse beneficiado en nada. Lo único que se consigue es que niño deje de creer en ellos.

Pues bien, eso es lo que ocurre con la educación en este país. " Que tú pones el bachillerato en 2 años, pues yo en tres", "Que tú haces una propuesta de reforma, pues yo la critico, qué más dará si 4 años más tarde, cuando yo gobierne, la llevo adelante, eso no es importante, lo realmente importante es que yo te lleve la contra". Y así andamos, desde la famosa E.G.B hasta la L.O.E, la L.O.G.S.E y demás que ya no quiero aprender. Con las reformas educativas pasan como con los móviles hoy en día: que no has salido de la tienda con tu móvil configurado que ya está saliendo un modelo más moderno y supuestamente mejor. Pues eso, conozco a niños que a lo largo de su etapa escolar han vivido dos reformas. Es sorprendente. Mientras en algunos países ( no quiero pensar más sensatos que nosotros ) las reformas educativas tienen una vida de 15 años, cuanto menos, para darle tiempo a que falle y aprender de los errores, aquí las desmontamos antes de valorar si es positiva o no. Cual programa de televisión barato, les damos la opotunidad de que tengan audiencia en una semana y si no, ala, a la calle. Solo que en la educación, si en dos años el fracaso escolar no disminuye, es que lo han hecho mal. Claro, los otros, yo no, yo es que esta reforma no la voté.

No les voy a engañar, del plan que encabeza este artículo sé pocas cosas, y no tengo intención de conocer más. Me da mucha pena cogerle cariño a un plan, a una reforma y ver que en poco tiempo lo "rereforman" o como dirían hoy en día los jóvenes lo "maquean". Siento desolación porque quizás vea en este plan un proyecto estable de educación, y no sé si resistiría otro cambio de otro gobierno.

Además, entre nosotros, les confieso que creo firmemente que el fracaso escolar nada tiene que ver con los planes educativos que proponen, nada en absoluto. A un niño atendido, cuidado ... le das una caja de cartón y vivirá las historias más aventureras de su vida; a un niño dejado de la mano de Dios le das una play, la última ... y pasará las tardes más tristes de su infancia. Porque ... ¿ no se han planteado que quizás el problema no es cómo se estudia, cual es el plan que existe sino cómo es el chaval que estudia ? ¿está atendido? ¿se siente seguro? ¿es escuchado en casa? ¿tiene el tiempo que requiere, que necesita por parte de sus padres ?. En lugar de hacer reformas educativas, más les valdría hacer, reformas laborales : bajas por maternidad y paternidad mucho más largas, reducciones de jornada de años cobrando el salario completo, permisos retribuidos por entrevistas en los colegios o para asistir a la función de Navidad... Estas son las reformas que hacen falta. Sólo dando margen a los padres, dejándoles tiempo sin repercusiones laborales para atender a sus hijos, sólo así, podrán cuidarlos como quieren, y no ahora, haciendo malabarismos como podemos para atenderles todo lo bien que podemos que no que deseamos ... demasiadas reuniones, objetivos, ventas ... y demasiados pocos permisos, ayudas ...

Me van a disculpar, pero hasta que los niños no estén atendidos como sus padres desearían habrá fracaso escolar. Menos planes de estudio y más estudiar planes que ayuden a que la sociedad avance de manera cohesionada, con decisión y buen criterio.

1 comentario:

David.Monter dijo...

La educación española es una bazofia. Estudiamos música y plástica durante 8 años, y en cambio el enfasí en los idiomas es apenas nulo. Querremos ir a trabajar a Suiza o a Alemania, y claro, sabremos distinguir entre una obra de Vivaldi y Bethoveen y pintar al carboncillo perfectamente, pero claro, de idioma, ni PAPA. Así que si queremos ir a parar a algún lado, se debería tener la meta de aprender cuantos idiomas sean posibles desde bien chicos, porque sinó, no iremos a ningun lado.

Sobre el plan Bolonia.. según he visto por ahí.. que no estoy muy informado, quieren privatizar las universadides.. pero.. la privatizacion ¿¿no la hacían los del pepé?? si ahora resultará que ambos partidos son la misma mierda.

Saludos.