lunes, 8 de diciembre de 2008

Condenan a una madre a 45 días de cárcel por abofetear a su hijo de 10 años en Jaén


No podía por menos que iniciar la columna con el titular de la noticia. Este lo dice todo, 45 días de cárcel ( aunque imagino que no llegará a entrar salvo que tenga antecedentes, cosa que dudo) y un año sin la custodia de su hijo. No tengo palabras para definir lo que sentí cuando supe de esta noticia. La situación fue la siguiente : una madre llama la atención a su hijo porque no hace los deberes, este le tira la zapatilla y ella le da una bofetada. El niño llega con la marca en la cara y el colegio informa, como es su deber, a asuntos sociales. Trato de saber qué parte me he perdido, qué parte no he comprendido bien porque lo que sí que es cierto es que esta noticia me asustó. No estoy para nada a favor de la bofetada, el cachete o cualquier otro sinónimo, para nada, aunque digan por ahí que una bofetada a tiempo vale más que mil charlas. Sin embargo, encuentro cuanto menos desproporcionada a esta justicia nuestra. Miedo me da. Miedo me da lo que me protege o más bien cómo lo hace. Y miles de preguntas me vienen a la mente ¿ a esta madre le retiran la custodia , y a un hombre con 23 denuncias por malos tratos le ponen una orden de alejamiento ? ¿ qué les hace pensar a los jueces que un hombre tan necio, tan ruín capaz de pegar a una mujer va a cumplir lo que un hombre por muy juez que sea le diga ? ¿ a esta madre la condenan a la cárcel durante 45 días y uno que se define como hombre es condenado a 4 años por acoso ? ¿ a nadie se le ha ocurrido que quizás esa madre necesite estrategias sobre cómo educar a su hijo ? ¿ a ninguna institución, de esas que lo saben todo ha pensado que quizás esa familia necesite ayuda ? ¿ nadie ha visto más allá de la bofetada ? ¿ Tan simples estamos llegando a ser ? ¿ o es que necesitamos ser los más defensores de los niños y olvidamos serlo de la familia ? ¿ nadie se ha preguntado porqué ese niño le tiró la zapatilla a su madre ? ¿ qué pasaba por su cabeza cuando esa rabia le llevo a intentar agredirla sin más ? ¿ qué debe hacer una madre ante la indiferencia de su hijo ? ¿ cómo actuar ? Está claro que la bofetada no es la solución, a esta señora se lo ha dicho la justicia, pero ... ¿ alguien le ha dicho qué hacer ? ¿ lo sabe ese juez que le ha retirado la custodia ? A veces pienso que hay tanto interés en ser los más defensores de todo, que pasamos a defender lo indefendible para ser "los más", ¿ tanto miedo hay por llamar a las cosas por su nombre ? Hoy en día se defiende al niño que recibe una bofetada tras haber tirado una zapatilla a su madre, al delincuente que ha recibido un tiro en la pierna de un guardia jurado que trabajaba en el momento del atraco, al alumno que agredido verbalmente a un profesor que le ha llamado la atención por llegar tarde. Me van a perdonar pero me da miedo, miedo por estar tan vendida, tan sola, tan desamparada. Hoy por hoy mi vida depende de mis hijos, de mis alumnos, de los delincuentes, todos menores de edad o fuera de la ley.

1 comentario:

Reaper King dijo...

Mónica, sinceramente, todas esas personas que han leído o se han interesado por esta noticia, seguirán viviendo sin tener una opinión propia o sin haber tenido una profunda reflexión sobre este tema, sino al menos todas esas personas que no se han leído esto, esta tu opinión, tu punto de vista… y no solo tuyo, apuesto que a una gran parte de nuestra población se le encogería el corazón tan solo pronunciando para si mismas esas palabras esa visión mas allá de la prensa o de la misma y eterna “sucia” sociedad.

Yo me acuerdo de una vez que jugando con un amigo, este le dio un golpe sin querer a una mujer mayor, y su madre, al instante, le dejó marcados los dedos en la cara, minutos mas tarde los dos nos reíamos de que parecía un indio con las rallas en la cara, y lo parecería durante uno o dos días, al ver esta foto recordé al instante ese momento, y quedé sin duda perplejo al leer el contenido del articulo, lo mío no son las reflexiones, pero diré sin temor a equivocarme que la madre de el chaval/a se arrepintió dem lo que hizo al instante, como haría cualquier madre, el problema viene cuando nos planteamos si ese chaval, se planteó siquiera los hechos que desencadenaría al arrojarle un zapato a su madre, o simplemente al pasársele por su cabeza el simple hecho de agredir a su madre.

Pero tampoco podemos culpar al chaval, porque no nació enseñado, nadie nace enseñado, siempre podemos tomar nuestras decisiones y tomar buen o mal ejemplo de los demás, pero mi madre me ha enseñado bien, se diferenciar lo que esta bien y lo que esta mal, se respetar a mis mayores y en especial a mis padres, se comportarme correctamente en cualquier situación y todo eso se lo debo a mis padres que me han educado bien, y sinceramente dudo que ese niño pueda decir lo mismo.